El femicidio de la chica de 25 años en Puerto Madryn ocupó la agenda nacional; algo bueno para que el tema siga en boca de todos. Pero el recurso fotográfico de la cobertura motivó este comentario cortito.
Dos hechos marcan la cobertura del caso: la publicación de fotos del cuerpo de Diana en el campo y la cantidad de fotos «sexys» que se utilizaron.
Sobre el primer punto no hay demasiado para aportar. La publicación de un cuerpo tirado en un descampado con un charco de sangre al costado no reviste mayor análisis. No hay ética periodística que pueda defender tamaña aberración informativa (vengan de a uno). Además de la foto, todavía algunas crónicas utilizan el término «crimen pasional» , algo que las organizaciones sociales y feministas repiten hasta el hartazgo: no existe el crimen pasional, es femicidio.
Dicen algo más sobre esto: Colectiva de noticias → Esa foto no garpa
Por suerte los usuarios en los comentarios repudian la nefasta foto:
El otro punto es la utilización de las fotos «sexys» de Diana. Y que nadie me venga a decir que no es así, las publican porque «estaba buena». No es el primer caso, ni el último, seguro. El punto es que más allá de motivar el morbo anacrónico y necrofílico del clic, esas fotos «hablan» y nos dejan ver un comentario machista muy claro: «la mataron porque mirá como se vestía». Eso me esta diciendo la publicación de estas imágenes sacadas de la cuenta de Facebook de la chica.
Los límites siguen sin estar claros para algunos. Pero mientras exista el repudio de quienes pensamos que esto no debe ser así, que a las mujeres no hay que matarlas por ser mujeres y que los medios no deben contribuir a generar mayor violencia machista, creo que hay esperanzas. No hay que dejar de indignarse.
#NiUnaMenos